La copa es de forma larga y estrecha, lo que permite mantener muy bien la espuma y la temperatura. Está diseñada para mantener las burbujas y reducir así el área de la superficie y la posibilidad de que el efecto carbonatado desaparezca.
Su aspecto es normalmente sólido, casi para entonar con la densidad de un tempranillo. El pie es largo y la copa más bien redonda para poderla hacer rodar con el calor de la mano. La boca debe ser lo suficientemente ancha para dejar que el vino respire.
Su aspecto es normalmente sólido, casi para entonar con la densidad de un tempranillo. El pie es largo y la copa más bien redonda para poderla hacer rodar con el calor de la mano. La boca debe ser lo suficientemente ancha para dejar que el vino respire.
Disipa la espuma muy rápido, ayuda a mantener la cerveza fría, ya que la jarra se toma por el asa y el calor de nuestra mano no pasa al líquido. Ideal para servir cervezas alemanas tipo lager.